El parlamentario fue condenado el pasado miércoles a ocho años y nueve meses de prisión por fomentar actos antidemocráticos y ataques a ministros del tribunal superior.
También fue sancionado a la pérdida del mandato, a la suspensión de los derechos políticos y al pago de una multa de 200 mil reales (unos 40 mil dólares).
La víspera, Bolsonaro anunció a través de la publicación de un decreto que le concedía la gracia a Silveira, uno de los referentes de los grupos ultraconservadores que apoyan al exmilitar.
Tal medida tiene la función de revocar la decisión del Supremo Tribunal Federal (STF).
REDE afirma en la demanda que el gobernante actuó para «anular el tablero del juego democrático y republicano» y, descontento con el resultado del juicio, «decidió comportarse como órgano revisor de las decisiones judiciales».
En el juicio, 10 de los 11 ministros del STF votaron a favor de condenar a Silveira. El único que respaldó la absolución fue Nunes Marques, designado al puesto como juez por Bolsonaro.
La corte juzgó la acción penal abierta en abril del 2021 contra el legislador, quien se convirtió en acusado y comenzó a responder al proceso penal por la acusación de incitar a la invasión del tribunal y sugerir la agresión física a los ministros.
Esos hechos ocurrieron en 2020 y 2021, a través de las redes sociales. Silveira fue detenido por esta conducta, pero posteriormente fue puesto en libertad.
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