Según las autoridades locales, en el atentado perdieron la vida 33 personas y 43 resultaron heridas, incluidos niños, pero según testigos oculares el número de víctimas es aún mayor.
Las víctimas de la explosión fueron enterradas este sábado y hasta el momento, ninguna organización se ha responsabilizado por el ataque.
Inamullah Samangani, portavoz adjunto del Movimiento Talibán, aseguró que están haciendo todo lo posible para identificar y condenar a los perpetradores de estos crímenes.
La explosión se produjo un día después de registrados dos atentados en Afganistán reivindicados por la formación terrorista Estado Islámico (Daesh por su acrónimo en árabe), que dejaron al menos 16 muertos y decenas de heridos.
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