Bajo el lema “Nuestra decisión es la libertad”, el grupo inició la protesta a principios de año en rechazo a su reclusión bajo la polémica política de detención administrativa.
Criticada por la ONU y grupos de derechos humanos, la llamada detención administrativa es utilizada por Israel para arrestar a palestinos por intervalos renovables que suelen oscilar entre tres y seis meses sobre la base de pruebas no divulgadas que incluso el abogado del acusado tiene prohibido ver.
Sistemáticamente numerosos detenidos bajo esa política inician huelgas de hambre indefinida para denunciar su caso y forzar a las autoridades israelíes a liberarlos.
Según datos oficiales, en los finales de enero último la cifra de presos palestinos ascendió a unos cuatro mil 500, incluidas 32 mujeres y 180 menores.
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