La expresión artística declarada en septiembre del 2000 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), deleitó a lugareños y visitantes en el Teatro Sucre y en la Ciudad Mitad del Mundo.
Una representación de decenas de artistas formaron parte de las actuaciones que mostraron en este país andino parte de esa fiesta tradicional en el Departamento de Nariño una de las más representativas de la nación vecina.
De acuerdo con el embajador de Colombia en Ecuador, Manuel Enriquez Rosero: «el carnaval de Negros y Blancos es una fiesta donde se confunden las culturas y los pueblos, y el Departamento de Nariño y su ciudad capital Pastos abren las puertas para recibir a propios y extraños año tras año».
Por su parte, el prefecto subrogante de Pichincha, Alexandro Tonello, afirmó que además de ser una muestra de tradiciones, el carnaval representa el esfuerzo de numerosos artistas, así como de gestores culturales :
«Disfrutar de esta maravillosa tradición nos motiva a ser parte del diálogo cultural tan necesario en estos tiempos, pues nos perite encontrar un lenguaje común en medio de la diversidad», aseveró.
La puesta en escena incluyó a la Fundación Cultural Indoamericanto, el diablo danzante, la comparsa Los Guerreros del Tiempo, la Murga La colonia Sureña, el disfraz idilio carnaval y a la Reina del Carnaval de Pasto 2022.
El espectáculo mostró la fusión de lo andino, lo ancestral, lo español y lo africano en una mixtura de ritmos, rituales y bailes que arrancaron aplausos desde el inicio hasta el final de la presentación.
La música contagió al público que permaneció más tiempo de pie entre aplausos y danza, mientras no faltaron las fotos y videos con los artistas, quienes llevaron al escenario a los presentes.
Funcionarios de varios ministerios de estado, de la Prefectura de Pichincha, personal diplomático acreditado en Ecuador y ciudadanía en general, se unieron en las dos actuaciones que regalaron los artistas colombianos.
El Carnaval de Negros y Blancos nació en el siglo XVI, en el año 1546, y tiene su origen en la fusión de múltiples culturas y expresiones, correspondientes a la influencia española, de los Andes, la Amazonia y las tradiciones de la región del Pacífico colombiano.
mem/scm