“¿Por qué el gobierno de Estados Unidos luego de más de cuatro décadas persiste en su negativa a entregar las pruebas en su poder sobre este crimen y continuar encubriendo a los responsables? ¿Qué esconde? ¿A quién protege?”, planteó el abogado sindical Alejandro Torres-Rivera.
El letrado, que trabó amistad con Muñiz al coincidir en la Juventud Independentista Universitaria, cuestionó en el programa radial Ventana al mundo desde Puerto Rico, por cuánto tiempo más las autoridades de Washington patrocinarán la impunidad.
La producción radiofónica, que emite este domingo WKAQ-580AM y que retransmite el miércoles, demandó una respuesta a 43 años del atentado terrorista del 28 de abril de 1979, que cobró la vida de Muñiz, cuando se dirigía a la residencia de su madre.
Al menos dos organizaciones terroristas de la contrarrevolución, CORU y FLNC, al amparo de organismos de Estados Unidos, participaron en el atentado que cobró la vida de Muñiz, por impulsar la reunificación de la familia cubana.
“Carlos creció en Puerto Rico como un joven más de su época, impactado por la Guerra de Vietnam; una guerra injusta donde miles de puertorriqueños serían forzados participar, como parte del Servicio Militar Obligatorio, ante la resistencia de un pueblo heroico que peleaba por su liberación ante la agresión estadounidense”, apuntó.
Torres-Rivera expuso que en momentos en que la contrarrevolución cubana cerraba espacios a todo tipo de iniciativas de diálogo con el gobierno cubano, las gestiones de Carlos, Ricardo Fraga, Raúl Álzaga y sus compañeros, procurando la reunificación de la familia cubana, se interponía a su campaña de terror.
“Por esto trataron de silenciarlos, y no pudieron; trataron de amedrentarlos, y no pudieron; trataron de destruir los locales desde donde promovían los viajes, y tampoco pudieron”, detalló.
Igualmente, trataron de intimidar a aquellos que comenzaban a comentar lo que encontraban a su llegada de Cuba y cómo eran recibidos por sus familiares, y una vez más, tampoco pudieron.
“Por eso decidieron asesinarlos. Y lo digo en plural porque cualquiera de ellos, o todos en conjunto, pudieron ser víctimas del objetivo que se trazaron estos sicarios”, aseguró el expresidente del Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico.
Torres-Rivera subrayó que documentos desclasificados por las autoridades estadounidenses indican que al menos, en el caso de Álzaga, también estuvo considerado un plan para asesinarle.
Insistió, al igual que Álzaga, en que es tiempo de que los organismos federales, como el Buró Federal de Investigaciones y el Departamento de Justicia expongan cuanto saben de estas acciones terroristas prohijadas en sus entrañas.
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