Una carta dirigida a Bennett y a su esposa Gilat fue entregada, con una bala, en un edificio contiguo a la casa familiar el martes último, y dos días después se envió otra dirigida a Yoni, uno de sus hijos.
El diario The Times of Israel reveló que aunque los expertos en un principio coincidieron en que ambas misivas estaban relacionadas, ahora no están muy seguros.
Los funcionarios de seguridad creen cada vez más que fueron dos personas diferentes las que enviaron las cartas, subrayó.
Aunque se usó un lenguaje similar en ambos textos e incluyeron balas reales del mismo tipo en los sobres, la policía cree que la segunda es obra de un imitador, coincidió la radioemisora Kan.
Las autoridades explicaron que ambos mensajes contenían “amenazas de asesinato detalladas”.
Sin ofrecer muchos detalles, Bennett insinuó el martes tras recibir la primera misiva que el motivo era político.
Tales disputas no deberían convertirse en “violencia, intimidación o amenazas de muerte”, escribió en Twitter.
Aunque es conocido por sus posturas ultranacionalistas y de respaldo a la colonización judía en las tierras palestinas, el primer ministro es blanco de duras críticas de amplios sectores derechistas por pactar con otros grupos ideológicos para formar Gobierno.
La derecha aspira a retornar el poder en una alianza encabezada por el partido Likud, del ex primer ministro Benjamín Netanyahu, antiguo mentor de Bennett.
Antes de distanciarse, este último se desempeñó como asesor, asistente principal y jefe de gabinete de Netanyahu, y también dirigió los ministerios de Educación y Defensa bajo su mandato.
En 1995 el judío extremista Yigal Amir asesinó al entonces primer ministro israelí, Isaac Rabin, por firmar un año antes los Acuerdos de Oslo con los palestinos.
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