Según el diario Global Times, las investigaciones se desarrollan en la oriental ciudad de Hangzhou y entre individuos mayores de 18 años de edad que no recibieron antes ningún inyectable contra la enfermedad ni tampoco se contagiaron con el virus.
La empresa busca así determinar la efectividad y seguridad de su medicamento en quienes carecen de anticuerpos para combatir el SARS-CoV-2.
Una segunda fase involucrará a candidatos adultos y previamente inmunizados.
Los ensayos arrancaron pocos días después que los reguladores chinos dieron luz verde al producto de Sinopharm, junto a otro de Sinovac también obtenido para los contagios con la Ómicron.
Esa vacuna es de tipo inactivada y, según la compañía, durante las investigaciones preclínicas y las pruebas en animales produjo altos niveles de anticuerpos neutralizadores contra la Ómicron y otras variantes del coronavirus.
Si los reguladores chinos avalan los resultado de los ensayos clínicos, entonces se aplicaría como tercera o cuarta dosis de refuerzo.
Sinopharm es la creadora de dos vacunas usadas en China y varios países del mundo contra la Covid-19. Los ensayos clínicos de su nuevo fármaco se producen en medio un fuerte rebrote de la patología con la Ómicron que desde marzo pasado tiene al gigante asiático en contingencia y obligó a imponer el confinamiento en Shanghái, el actual epicentro.
La oleada dejó hasta ahora 456 muertos y disparó la cifra de infectados en la parte continental de China, con varios días de un promedio de 20 mil nuevos casos.
Su expansión también amenazó con dejar bajo confinamiento a Beijing, la capital y donde desde el pasado 22 de abril anterior se detectaron al menos 400 enfermos.
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