De acuerdo con un comunicado oficial, la decisión se adapta a las nuevas directrices aprobadas por la Comisión Europea para el periodo 2021-2030.
La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, consideró que “las ayudas adjudicadas por este mecanismo son clave porque mejora su competitividad y refuerza sus capacidades industriales y el empleo, evitando el traslado de la actividad productiva de los sectores en riesgo de fuga de carbono a terceros países”.
Además, son un instrumento muy necesario para ayudar a las empresas con un elevado consumo energético a hacer frente al incremento de los precios de la electricidad, añadió.
“Para el 2022 se van a movilizar un total de 244 millones de euros en ayudas al CO2 gracias a la aportación extraordinaria de 65 millones de euros adoptados en el Plan de respuesta a las consecuencias de la guerra en Ucrania, lo que muestra nuestro compromiso con la gran industria”, anotó Maroto.
Según la nota de prensa, las compañías beneficiarias por las ayudas deberán realizar esfuerzos de descarbonización, mejorando su eficiencia energética, la reducción de la huella de carbono de su consumo eléctrico o la inversión de al menos el 50 por ciento de la asistencia en proyectos de reducción sustancial de las emisiones de gases de efecto invernadero en sus instalaciones.
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