Las autoridades locales explicaron que esas medidas regirán entre mañana y el próximo día 11 principalmente en el distrito de Chaoyang, donde se concentran la mayoría de los enfermos surgidos desde el pasado 22 de abril.
Esa área es la más populosa de la ciudad y además alberga a las embajadas, oficinas de organismos internacionales y corresponsalías de los medios de prensa acreditados en China.
El gobierno local urgió a quienes deban acudir a los centros de trabajo a desplazarse en sus propios vehículos, pues canceló las paradas de casi 200 autobuses y 13 líneas de metros.
Llamó a las compañías de taxis a reducir el envío de carros a los vecindarios declarados como zonas de acceso restringido y limitó a dos la cantidad de personas que pueden usar los baños públicos al mismo tiempo.
Igualmente, endureció los requisitos de cuarentena para quienes llegan a la ciudad, cerró dos hospitales y mantendrá la suspensión sobre la ingesta de alimentos en las unidades gastronómicas, las operaciones de sitios como los centros de entretenimiento, cines y cibercafés, y los viajes turísticos en grupo.
La Comisión municipal de Salud calificó el actual rebrote como el más complicado en Beijing, porque lleva días con un promedio de 50 nuevos casos y además la variante Ómicron del coronavirus SARS-CoV-2 propicia los contagios silenciosos.
La metrópoli esta semana aplica pruebas PCR a diario a gran parte de su población, puso en operaciones un hospital de campaña para pacientes de Covid-19 con síntomas leves y ya muchos lugares públicos exigen resultados negativos de dichos exámenes para permitir la entrada.
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