Según dijo al dirigirse este jueves al Consejo de Seguridad para informar sobre sus recientes visitas a Moscú y Kiev, espera que la coordinación continua entre ambos Gobiernos conduzca a más pausas humanitarias que permitan un paso seguro de evacuación las personas y la llegada de asistencia.
Tanto con el presidente ruso, Vladimir Putin, como con el mandatario ucraniano, Volodomir Zelensky, discutí la necesidad de acabar con la guerra y seguir ampliando la ayuda humanitaria, apuntó el titular de la ONU.
“Mis reuniones con ambos líderes también se centraron en el tema crucial de la seguridad alimentaria mundial”.
De hecho, añadió, las implicaciones mundiales de esta guerra estuvieron a la vista en viajes posteriores a África Occidental: en Senegal, Níger y Nigeria escuché testimonios directos de líderes y sociedad civil sobre cómo la guerra desencadena una crisis de seguridad alimentaria.
En ese sentido, subrayó que una solución significativa a la inseguridad alimentaria mundial requiere reintegrar la producción agrícola de Ucrania y la producción de alimentos y fertilizantes de Rusia y Belarús en los mercados mundiales, a pesar de la guerra.
Naciones Unidas hará todo lo posible para ayudar a facilitar un diálogo y contribuir a que esto sea una realidad, prometió Guterres.
Al mismo tiempo, observó, la guerra en Ucrania desencadena una crisis que afecta con fuerza los mercados energéticos globales, altera los sistemas financieros y exacerba las vulnerabilidades extremas del mundo en desarrollo.
El secretario general de la ONU informó sobre los avances en la apertura de un corredor humanitario seguro y eficaz para permitir que civiles ucranianos lleguen a un lugar seguro.
Juntos, Naciones Unidas y el Comité Internacional de la Cruz Roja lideran una operación humanitaria de gran complejidad, tanto política como en términos de seguridad, aseveró el diplomático portugués.
Estas acciones comenzaron el 29 de abril y han requerido una enorme coordinación y promoción con autoridades de Rusia y Ucrania.
Guterres, nuevamente, se apegó a la visión de Occidente y señaló a Moscú como el principal responsable del conflicto en Ucrania, lo cual es fuertemente criticado por el Kremlin que pidió al organismo multilateral un enfoque más objetivo e imparcial.
Rusia comenzó el pasado 24 de febrero una operación militar especial en Ucrania, después que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk le solicitaron ayuda para repeler la agresión de fuerzas nacionalistas ucranianas.
Putin señaló que el fin de esa operación solo es posible si Kiev cesa las hostilidades y cumple exigencias de Moscú, que por años denuncia cómo el Gobierno ucraniano incumple los Acuerdos de Minsk enfocados en poner fin al conflicto en el Donbass.
jha/ifb