El vocero de la ANP, Nabil Abu Rudeina, recordó en un comunicado que varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU reconocen el derecho palestino a esa área, donde está enclavada la Explanada de las Mezquitas, un lugar sagrado para musulmanes y judíos.
“Jerusalén Este, con sus lugares sagrados islámicos y cristianos, es la capital eterna del Estado de Palestina de acuerdo con las resoluciones internacionales” recalcó el funcionario.
Las declaraciones de Rudeina fueron una respuesta a los comentarios de Bennett, quien este domingo afirmó que todas las decisiones relacionadas con la mezquita de Al-Aqsa (ubicada en el interior de la explanada) y Jerusalén las toma únicamente el gobierno israelí, independientemente de consideraciones externas.
El portavoz advirtió que la única forma de lograr la seguridad, la paz y la estabilidad en nuestra región es reconocer los derechos del pueblo palestino, que incluyen el fin de la ocupación y el establecimiento de un estado independiente, con Jerusalén Este como capital en las fronteras previas a la guerra de 1967.
Asimismo, rechazó las afirmaciones del jefe de Gobierno israelí sobre el compromiso y respeto de su país a todas las religiones.
Estas declaraciones son engañosas y falsas, como lo demuestran los continuos asaltos de la policía a la Mezquita de Al-Aqsa y las restricciones a los fieles en la Iglesia del Santo Sepulcro, subrayó.
El ejército de Tel Aviv ocupó la zona oriental de la metrópoli en 1967, y desde entonces mantiene bajo su control el territorio pese a las resoluciones del Consejo de Seguridad.
De hecho, en 1980 las autoridades israelíes declararon a toda la urbe como la capital eterna e indivisible del país, una postura rechazada por la comunidad internacional.
Según diversas organizaciones no gubernamentales, unos 200 mil colonos judíos viven en esa área y más de 490 mil en el resto de la ocupada Cisjordania.
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