“Los controles de la comercialización del alcohol son mucho más débiles que los de otros productos psicoactivos. Una regulación mejor, bien aplicada y más coherente y mejoraría la vida de los jóvenes en todo el mundo», subrayó el director general de la OMS, Tedros Adhanom.
Puntualizó que uno de los mayores cambios de los últimos años es el uso de un sofisticado marketing on line, la publicidad dirigida a grupos específicos en las redes sociales, los influenciadores y el intercambio de publicaciones entre los usuarios, de ahí que sea un fenómeno transfronterizo.
Dicho problema es especialmente preocupante para los niños y adolescentes, las mujeres y los grandes bebedores.
La falta de regulación trajo consigo un mayor consumo de alcohol entre las féminas y los comercializadores las convidan a sumarse esgrimiendo que es un símbolo de empoderamiento e igualdad.
Los estudios demuestran que la ingestión de licores a una edad temprana es un factor de predicción del consumo peligroso en la adultez y más allá.
En todo el mundo, tres millones de personas mueren cada año como consecuencia del uso nocivo del alcohol, lo que representa aproximadamente el cinco por ciento de todos los decesos.
Un número desproporcionado de fallecimientos por esta vía se producen entre los más jóvenes, en las edades comprendidas entre los 20 y 39 años.
«El alcohol roba a los jóvenes, a sus familias y a las sociedades su vida y su potencial”, sentenció el director general de la OMS.
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