Condenamos este crimen atroz y consideramos que Abu Aqla es una nueva víctima del silencio de la Corte Penal Internacional ante los crímenes israelíes, afirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores palestino.
“Se vuelve a cometer el crimen de silenciar la palabra, y la verdad es asesinada por las balas de la ocupación”, expresó, por su parte, el titular de Asuntos Civiles, Hussein al Sheikh, en su cuenta en Twitter.
También Iyad Al-Bazm, portavoz del Ministerio del Interior y Seguridad Nacional, calificó de ejecución la muerte de la periodista, de 51 años, que trabajaba para la televisora qatarí Al Jazeera.
El jefe de la oficina de ese canal noticioso en los territorios ocupados, Walid Al-Omari, afirmó que el incidente “fue un asesinato premeditado por parte del ejército de ocupación”.
Varias formaciones como Jihad Islámica y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) denunciaron el nuevo crimen.
Sin embargo, el brigadier Ran Kohavel, vocero del ejército israelí, negó en declaraciones a la radioemisora pública Kan que los militares de su país tuvieran responsabilidad en la muerte de Abu Aqla.
“Si realmente la matamos, asumiremos la responsabilidad, pero no parece ser el caso”, señaló.
Mientras, el legislador israelí Itamar Ben Gvir, conocido por sus posturas extremistas, justificó el hecho.
“Cuando los terroristas disparan contra nuestros soldados, ellos deben responder con toda su fuerza, incluso si hay periodistas en el área que a menudo se interponen deliberadamente en medio de los enfrentamientos y obstruyen el trabajo de nuestros militares”, comentó.
La periodista falleció por un disparo en la cabeza mientras cubría una nueva redada israelí en la norteña ciudad de Jenin, epicentro de operaciones castrenses por parte de Israel desde principios del pasado mes.
Según la agencia oficial de noticias Wafa, en 2021 las fuerzas de Tel Aviv cometieron 384 violaciones contra comunicadores que trabajaban en las zonas palestinas.
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