En un mensaje a los participantes en el encuentro de dos días “Estados Generales de la Natalidad”, inaugurado en esta jornada en el Auditorio de la Conciliación, el sumo pontífice señaló que “esa es una nueva pobreza que me asusta”.
“Es la pobreza generativa de quien reduce el deseo de felicidad en el corazón, de quien se resigna a diluir las aspiraciones más grandes, de quien se conforma con poco y deja de esperar lo grande”, indicó.
El papa precisó que es una pobreza trágica, porque afecta al ser humano en su mayor riqueza: dar a luz vidas para cuidarlas y transmitir a los demás la existencia recibida con amor.
En opinión del pontífice, las cosas pueden cambiar con un compromiso de todos juntos, sin miedo, para superar “intereses particulares y barreras ideológicas”.
Por eso, dijo, espero que en todos los niveles -institucional, mediático, cultural, económico y social- se favorezcan, mejoren e implementen políticas concretas, encaminadas al relanzamiento de la natalidad y la familia.
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