De acuerdo con un reporte de la entidad, que cita un informe de la Convención de las Naciones Unidas para Combatir la Desertificación (Unccd), el número y la duración de las sequías aumentó en casi 30 puntos porcentuales desde 2000.
De 1970 a 2019 los peligros meteorológicos, climáticos e hídricos representaron la mitad de los desastres y el 45 por ciento de las muertes relacionadas con estos fenómenos, sobre todo en países en desarrollo, advirtió igualmente.
Las sequías constituyeron el 15 por ciento de esos eventos, pero se cobraron el mayor número de víctimas humanas, aproximadamente 650 mil decesos en el lapso referido, reseñó.
Mientras que, de 1998 a 2017 causaron pérdidas económicas mundiales de aproximadamente 124 mil millones de dólares.
El estudio, titulado La sequía en números, fue divulgado en la 15 Conferencia de las Partes de la Unccd que tiene lugar desde el pasado día 9 y hasta el próximo 20 de mayo en Abidjan, capital de Costa de Marfil.
“Ha habido una disminución de la humedad del suelo en muchas partes del mundo y eso es muy llamativo en lo que respecta a la producción agrícola. Hemos visto un aumento en el derretimiento de los glaciares, lo que significa que recibimos menos agua dulce en los ríos”, comunicó por su parte el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
Hay cambios en los patrones de lluvia, algunas partes del mundo se vuelven más secas y otras tienen problemas de inundaciones, agregó.
Más allá de la restauración, abundó el comunicado del organismo especializado de Naciones Unidas, está la necesidad de un cambio de paradigma de enfoques reactivos y basados en crisis, a otros proactivos y capaces de priorizar la gestión de sequías.
Estos, añadió, deben estar impulsados por suficiente financiación y voluntad política, e involucrar coordinación, comunicación y cooperación.
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