En la declaración Mussallam exigió una pesquisa inmediata, exhaustiva y transparente que garantice que los responsables no salgan impunes en relación con la muerte la víspera de la periodista palestina Shireen Abu Akleh, de la cadena al Jazeera.
Para el directivo el asesinato de un profesional de los medios de prensa, claramente identificado en una zona de conflicto, constituye una violación de las leyes y normas internacionales.
«Sin protección de los que llevan la realidad y la voz de los oprimidos, no se puede forjar un futuro mejor, más justo y equitativo, ni alcanzar una tercera vía de desarrollo, sostenible e inclusiva de los pueblos», expresó.
Cuando una vez más se comete el crimen de silenciar la verdad, el Secretario General transmite sus condolencias al pueblo y al Gobierno de Palestina, Estado Miembro de la OCE, y a la familia de Abu Akleh, con amistad solidaria en su duelo.
La periodista murió este miércoles tras recibir un disparo en la cabeza mientras cubría una redada de fuerzas de seguridad israelíes en la ciudad de Jenin, en el norte de la ocupada Cisjordania.
Varios gobiernos, organizaciones internacionales y personalidades condenaron el hecho, y exigieron explicaciones a Israel.
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