Necesitamos muchas chicas que sean apoyadas por su entorno, que apoyen su desarrollo en el ajedrez y tienen que intentar competir en las secciones abiertas. Por ejemplo, la India ha mejorado mucho y en China hay grandes jugadoras, comentó.
La considerada la mejor jugadora de todos los tiempos agregó que también hay oportunidades fuera de la competición como comentarista, creadora de contenido, árbitro o maestra.
Necesitamos que las mujeres estén involucradas. Me gustaría siempre inspirar a las deportistas (y a los padres, escuelas, entrenadores) para que las chicas intenten dar lo mejor que puedan y se reten a competir contra chicos, comentó en una entrevista a la Agencia EFE.
Polgar, de 45 años, se encuentra en Valencia para conmemorar el origen valenciano del ajedrez moderno.
Al hacer un repaso de su exitosa carrera, la única mujer que ha estado entre los 10 primeros del mundo se refirió a su retirada como jugadora activa.
Pensé que ya no podía hacer mucho más en el ajedrez. Mi labor en la Fundación me llena mucho y ahora también disfruto con el ajedrez comentando torneos ‘online’ y analizando partidas, expresó sobre su presente.
Figura líder dentro de una familia ilustre que cuenta con otras dos Grandes Maestras, sus hermanas Szuza y Sofía, reconoció que en sus comienzos tuvo que demostrar mucho para ser reconocida.
Al principio mis oponentes se frustraban, se enfadaban, o los otros se reían del que había perdido. Pero después todo cambió porque jugaba en los mejores campeonatos, dijo.
En este sentido, opinó que en la actualidad ya eso es visto como algo más normal.
Si una chica juega al mismo nivel que un chico, es más fácil ser reconocida ahora que antes, porque cuando yo era una niña y empecé a jugar era criticada, pero ahora si alguien juega bien, se aprecia más, comparó.
La menor de las hermanas Polgar derrotó en ajedrez rápido o clásico a 11 campeones mundiales, entre los que sobresalen el noruego Magnus Carlsen, los rusos Vladimir Kramnik, Anatoly Karpov y Garri Kasparov, el búlgaro Veselin Topalov y el indio Viswanathan Anand.
Para llegar a eso, destacó la educación que recibió de sus padres Klara y Laszlo Polgar, quienes eran profesionales de la educación.
Fui afortunada porque mis padres me apoyaron y creyeron en mí, me dieron la oportunidad con las mismas condiciones y entrenamientos que mis rivales hombres para llegar al máximo nivel, sostuvo.
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