Creada por el colectivo Hackelarre, la instalación fue concebida ante la necesidad de explorar los procesos sensitivos e identitarios que vivencian y construyen las féminas en esa situación.
Mediante el empleo de recursos sonoros, reconstruye la sensación de incertidumbre constante y de desubicación, tanto espacial como cultural, de esas personas, e incluye testimonios, historias y experiencias narradas por sus protagonistas.
La obra podrá ser visitada hasta el 19 de junio y forma parte de la muestra Al conjuro de este código. Tecnofeminismos para reescribir el mundo, una selección de piezas inéditas realizadas por artistas de Argentina y América Latina.
Dicha iniciativa incluye piezas audiovisuales, instalaciones, esculturas sonoras y un espacio virtual interactivo.
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