Se trata del plan de reparto con el que quedan definidas las zonas que pueden optar a ayudas regionales a la inversión durante el periodo 2022-2027, explica un comunicado del organismo publicado este martes.
La iniciativa se rectificó en virtud de las salvaguardas previstas para la región en el protocolo irlandés negociado entre la Unión Europea (UE) y el Reino Unido, en el marco de su divorcio.
Según el documento, también establece los niveles máximos de ayuda en las regiones que pueden acogerse a subvenciones, en base a los criterios que fijan las reglas comunitarias en materia de ayudas de Estado.
“La intensidad de la ayuda es el importe máximo de ayuda estatal que puede concederse por beneficiario, expresado como porcentaje de los costes de inversión subvencionables”, indica el informe.
En este caso, en Belfast se aplicará una intensidad máxima de ayuda del 10 por ciento, mientras que en el resto del territorio de Irlanda del Norte la intensidad máxima de ayuda será del 15 por ciento.
Ambos niveles podrán incrementarse en 10 puntos porcentuales para inversiones realizadas por medianas empresas y en 20, para pequeñas, inicialmente con costes subvencionables hasta 50 millones de euros, recoge el comunicado.
Las directrices se aplican para el periodo que va desde el 1 de enero de 2022 al 31 de diciembre de 2027 y permiten a los Estados miembros apoyar a las regiones europeas menos favorecidas en su recuperación.
Otro de los objetivos del programa es reducir las disparidades en términos de bienestar económico, ingresos y desempleo, objetivos de cohesión que son elementos centrales de la UE, indica.
También ofrecen mayores posibilidades a las autoridades nacionales para apoyar a las regiones que se enfrentan a una transición o a retos estructurales, tales como la despoblación, a fin de contribuir plenamente a las transiciones ecológica y digital, añade el comunicado.
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