En declaraciones al portal digital La Croix, el mandatario consideró que la no presencia de las fuerzas militares de Bamako en el ente, significa la muerte de ese organismo.
Más adelante valoró que Mali, donde ocurrieron golpes de estado militares en 2020 y 2021, entró en una carrera desenfrenada que la aísla de África y “nos priva de una estrategia concertada y coordinada en la lucha contra el terrorismo”.
Según la publicación, el gobernante nigerino instó, por otra parte, a las autoridades malienses a que refuercen la seguridad en la denominada zona de las tres fronteras, donde confluyen Mali, Níger y Burkina Faso y operan grupos extremistas.
En Mali, donde gobierna una junta militar, hubo dos asonadas en los últimos tiempos: una en agosto de 2020, en que fue despojado del poder el presidente Ibrahim Boubacar Keita, y otra más tarde, en mayo de 2021, contra el entonces mandatario de transición Bah Ndaw.
Hace tres días, el Ejecutivo provisional difundió mediante un comunicado que Bamako decidió retirarse de los órganos de la fuerza conjunta G-5 Sahel porque ese grupo está instrumentalizado por potencias extranjeras.
Integran tal organismo, creado en 2014, además de Mali, Burkina Faso, Chad, Mauritania y Níger.
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