El 20 de abril, el STF sancionó a Silveira por ataques a la democracia, hacer apología a la dictadura militar (1964-1985), entre otros delitos.
Al día siguiente, sin embargo, el mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro indultó al aliado parlamentario.
La medida de De Moraes consiste en garantizar el pago de las multas impuestas a los legisladores, por negarse el inculpado a utilizar una tobillera electrónica.
En la decisión, el juez justificó la «medida onerosa» por el comportamiento de Silveira, a quien el tribunal superior aplicó tres multas por incumplimiento de las medidas cautelares.
De Moraes considera que tales disposiciones siguen vigentes hasta que el Supremo juzgue la constitucionalidad del decreto presidencial.
El juicio aún no tiene fecha de realización, no obstante, tras recibir el perdón de Bolsonaro, el diputado admitió que dejó de usar la tobillera electrónica.
Ante la conducta improcedente de Silveira, que sigue en desacato, el magistrado decidió imponer nuevas sanciones.
«La jurisprudencia del Tribunal Supremo es pacífica en el sentido de que, cumplidos los requisitos legales, es plenamente posible declarar la indisponibilidad de los bienes», afirmó De Moraes.
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