«Seguimos sus últimas reuniones en Moscú y Kiev con esperanza. Al mismo tiempo, esperamos contactos significativos de usted con todas las partes involucradas en el conflicto, incluyendo Estados Unidos y otros países de Occidente”, refirió el mandatario en un comunicado enviado al máximo representante de la ONU.
Lukashenko aseveró que está en manos de Guterres tomar «una posición de mantenimiento de la paz verdaderamente estratégica, basada en el principio de seguridad indivisible».
En ese sentido, enfatizó una vez más la importancia de organizar un proceso global y definitorio en temas de seguridad con la participación de todos los principales actores internacionales en el espíritu de San Francisco, estableciendo así un paralelismo con el lugar donde se firmó la Carta de la ONU en 1945.
«Nosotros, como vecinos de Ucrania, estamos preocupados por el futuro de la seguridad regional y las garantías de la seguridad nacional de Belarús. Es imposible resolver estos problemas sin nuestra participación, así como sin la participación de los países de la región», manifestó.
Al mismo tiempo, el jefe de Estado rechazó categóricamente las acusaciones de algunas naciones que califican a su país como agresor.
«Belarús nunca ha sido el iniciador de ninguna guerra o conflicto. Pero tampoco somos traidores. La honestidad y la decencia en las relaciones son importantes para nosotros», indicó.
«Nuestra posición es que las preocupaciones e intereses de cualquier país, ya sea una octava parte de la tierra o un estado insular debe ser escuchado por todos», enfatizó Lukashenko.
El presidente belaruso manifestó, además, que el conflicto en Ucrania, sus causas fundamentales y las actuales sanciones de Occidente contra Rusia ya traen sus devastadoras consecuencias al mundo y se manifiestan en varias naciones con un aumento sin precedentes de los precios de los alimentos, la energía y los fertilizantes, entre otras esferas.
Al respecto, Lukashenko hizo un llamado a «los países del mundo a unirse y evitar que el conflicto regional en Europa se convierta en una guerra mundial a gran escala». jcm/odf