En su habitual parte a la prensa el portavoz de la cartera castrense, mayor general Ígor Konashénkov, precisó que las baterías de misiles y la artillería alcanzaron 73 puestos de mando, 578 áreas de concentración de mano de obra y equipo militar ucraniano, así como 37 unidades de artillería y morteros en posiciones de fuego.
Asimismo, agregó que dieron baja a 13 tanques y vehículos de combate de infantería, cinco instalaciones de sistemas de lanzacohetes múltiples Grad y tres depósitos de municiones.
«La aviación operacional-táctica golpeó 39 áreas de concentración de mano de obra y equipo militar, y destruyó un depósito de municiones en la región de Krasny Liman de la República Popular de Lugansk. En total, más de 230 nacionalistas murieron como resultado de los ataques aéreos, y 33 unidades de equipo militar ucraniano fueron inutilizadas», detalló.
El jefe militar confirmó además que las Fuerzas Armadas rusas con misiles de alta precisión destruyeron las armas y el equipo militar de la 10ª Brigada de Asalto de Montaña del Ejército ucraniano, transferidas al Donbass desde la región de Zhytomyr.
Konashénkov resumió que, desde el comienzo de la operación militar especial en Ucrania, las Fuerzas Armadas rusas han destruido 177 aviones, 990 vehículos aéreos no tripulados, y tres mil 226 tanques y vehículos blindados del Ejército de Ucrania.
Asimismo, inutilizaron 421 lanzacohetes múltiples, 319 sistemas de misiles antiaéreos, mil 643 cañones de artillería de campaña y morteros, así como tres mil 106 unidades de vehículos militares especiales.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En su discurso para informar sobre el comienzo del operativo, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
El Ministerio de Defensa ruso enfatizó que los ataques no están dirigidos a la población ni a las ciudades ucranianas, sino contra las infraestructuras militares del país.
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