Cartagena en 2012 rige el acuerdo de que las invitaciones serían a
todos.
Advirtió que pretender excluir a varios países en la que se realizará en Los Ángeles, California, del 6 al 10 de junio, es un retroceso.
El titular de Relaciones Exteriores hizo tal afirmación en la reunión del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi 2022), donde dijo que es cuestión de días para que se solucione el debate sobre si la Cumbre de las Américas será o no incluyente, pero advirtió que no es prudente ni aceptable un retroceso.
Explicó que la próxima cumbre continental debe abordar temas como la necesidad de un plan sanitario de emergencia, pues la pasada pandemia de Covid-19 demostró que la región no está preparada para responder a estas situaciones de manera común.
Ni siquiera, agregó, en asuntos básicos como la producción y distribución que permitan un acceso igualitario a las vacunas.
Sobre el fenómeno migratorio, el canciller mexicano señaló que el flujo de Centro y Sudamérica hacia los Estados Unidos es ya un negocio gigante, pues se ha comprobado que quienes lo organizan cobran a cada participante hasta cinco mil dólares.
México, informó, recibe un promedio de 120 mil solicitudes de refugio cada mes.
Sostuvo que Estados Unidos debe darse cuenta de que su tasa de
natalidad se acerca a ser negativa y necesita de gente para mantener activa su economía.
Estados Unidos necesita esa mano de obra, si no, irá a una estanflación como le sucedió a Japón, advirtió Ebrard.
Agregó que el problema es el discurso del Partido Republicano y los sectores conservadores de ese país, que compiten por ver quien es más antiinmigrante y mantienen el engaño de que la migración es un problema para su economía, y no una oportunidad.
car/lma