La novena edición del Observatorio de la OIT significó que, tras los sustanciales avances registrados en el último trimestre de 2021, la cantidad de horas de trabajo a escala mundial se redujo en el primer trimestre de 2022, hasta situarse un 3,8 por ciento por debajo del nivel de referencia al que existía antes de la crisis.
Tal comportamiento es equiparable a un déficit de 112 millones de empleos a tiempo completo, subrayó el informe.
Nuevas crisis internacionales provocadas por la inflación (altos precios de la energía y los alimentos), la inestabilidad financiera, dificultades por endeudamiento y la interrupción de la cadena de suministro mundial, exacerbada por la guerra en Ucrania, incrementaron el riesgo de que la cantidad de horas de trabajo en 2022 se afecten de forma adversa.
El Observatorio también destacó que la recuperación sigue determinada por una gran disparidad, cada vez mayor, entre las economías más ricas y las más pobres, con un marcado retroceso en estas últimas en el primer trimestre del año, con una brecha del 3,6 por ciento y del 5,7 por ciento, respectivamente.
Según la OIT dicha disparidad seguirá en aumento en el segundo trimestre del corriente en muchas naciones por la falta de margen fiscal y las dificultades en materia de sostenibilidad de la deuda, al tiempo que las empresas hacen frente a incertidumbres en los planos económico y financiero y los trabajadores se mantienen sin suficiente acceso a la protección social.
El texto destacó que la mayor parte de los empleados aún no han recuperado sus ingresos, teniendo en cuenta que en 2021, tres de cada cinco trabajadores vivían en países en los cuales los ingresos no alcanzaban el nivel registrado antes de la pandemia de la Covid-19.
Resaltó que por la interrupción de la producción y del comercio, exacerbada por el conflicto en Ucrania, el aumento del precio de los alimentos y de los productos esenciales incide negativamente en los hogares en situación de pobreza, así como en las pequeñas empresas, en particular las que desarrollan su labor en la economía informal.
Al respecto, el director general de la OIT, Guy Ryder precisó que los efectos de las actuales crisis van a ser devastadores y podrían repercutir de forma muy adversa en materia social y política, por lo que es necesario más que nunca la colaboración y fomentar una recuperación centrada en las personas.
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