De acuerdo con la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (Ukhsa), todo el que haya estado próximo a alguien infectado debe suministrar sus datos personales para facilitar el rastreo, abstenerse de viajar y mantenerse alejado de pacientes inmunodeprimidos.
También recomendó evitar el contacto con mujeres embarazadas y niños menores de 12 años.
En el Reino Unido se detectaron hasta el momento 20 personas contagiadas con la viruela del mono desde que dos semanas atrás se identificó el primer caso en un individuo procedente de Nigeria.
La directora de la Ukhsa, Susan Hopkins, advirtió no obstante que la cifra podría aumentar en las últimas horas porque hay evidencias de transmisión comunitaria de la enfermedad.
La funcionaria confirmó además que una proporción notable de los primeros contagios detectados son personas que se identificaron a sí mismas como homosexuales, bisexuales u hombres que tienen sexo con otros hombres, por lo que pidió a los miembros de esa comunidad estar atentos a los síntomas.
La viruela del mono es una infección viral oriunda de África central y occidental que se transmite de animales a humanos, quienes al contagiarse desarrollan síntomas parecidos a los de la gripe, con fiebre, dolor de cabeza y muscular, escalofríos, agotamiento e inflamación de los ganglios linfáticos.
La señal más visible es un sarpullido o erupción que comienza en la cara en forma de manchas rojas que luego se transforman en ampollas llenas de pus y se extienden por otras partes del cuerpo.
Se trata de una enfermedad relativamente leve, de la cual la mayoría de los enfermos se recupera en cuestión de pocas semanas sin requerir tratamiento médico.
Según el reporte más reciente de la Organización Mundial de la Salud, hasta el momento se confirmaron 92 casos de la enfermedad en una docena de países, mientras otras 28 personas permanecen bajo investigación.
jf/nm