La situación mundial motivada por la guerra entre Ucrania y Rusia -y las sanciones impuestas desde Occidente- agravan los problemas de la pandemia y llevan a que se requiera de más recursos para ayudar a las personas vulnerables en la región, agregó la agencia en un comunicado emitido en esta capital, donde radica su sede regional.
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Según el PMA la inseguridad alimentaria afecta a 9,3 millones de personas en los países donde tiene presencia en la región, cifra que podría aumentar a 13,3 millones de persistir la guerra.
Es incluso más grave: el número de personas en inseguridad alimentaria severa aumentó en más de medio millón entre diciembre de 2021 y marzo de 2022, acotó.
En un contexto marcado por el aumento desmesurado de los precios de las materias primas y la energía, la inflación alimentaria supone riesgo inminente para los países dependientes de las importaciones de cereales que Ucrania lideraba, argumentó.
Por otra parte, las islas del Caribe que importan una gran parte de sus alimentos se verán afectadas cuando el costo del flete marítimo aumente.
En cifras exactas, el PMA reseñó que los costos promedio por tonelada métrica del arroz, los frijoles negros, las lentejas y el aceite vegetal que compran para distribuir en la región, aumentaron un 27 por ciento entre enero y abril de 2022, y un 111 por ciento entre enero de 2019 y abril de 2022.
La situación puede volverse aún más compleja, pues «la región se prepara para una tercera temporada de huracanes en el Atlántico más activa de lo normal a partir de junio, que tiene el potencial de empujar a más personas al hambre», destacó la agencia de Naciones Unidas.
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