“A medida que nos acercamos al 29 de mayo, hago un llamado a todas las partes para que ejerzan la máxima moderación y tomen decisiones sabias para evitar otro conflicto violento que solo cobrará más vidas”, expresó en un comunicado el enviado especial de la ONU para el proceso de paz en Oriente Medio, Tor Wennesland.
El funcionario afirmó que mantiene contacto con todas las partes interesadas para evitar una escalada.
Asimismo, se declaró “profundamente preocupado por el reciente ciclo de violencia” que causó la muerte de numerosas personas de ambos lados, la última un palestino de 14 ayer tras ser alcanzado por balas de militares israelíes en la ciudad cisjordana de Belén.
Tanto el gobierno como las milicias palestinas criticaron la llamada Marcha de las Banderas, que recorrerá mañana en la tarde el Barrio Musulmán, en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
Responsabilizamos a las autoridades de ese país por las consecuencias de ese evento, advirtió el vocero de la Presidencia palestina, Nabil Abu Rudeina.
Por su parte, los grupos palestinos presentes en la franja de Gaza alertaron en un comunicado conjunto que ese desfile “es un barril de pólvora que explotará y prenderá fuego a toda la región”.
Varios parlamentarios árabes-israelíes como Mazen Ghanaim, Ahmad Tibi, Ayman Odeh y Aida Touma-Sliman criticaron el recorrido al considerarlo una provocación que causará más violencia.
“Si ingresas al Barrio Musulmán es una provocación. No van a arrojar flores a los residentes de Jerusalén”, afirmó Ghanaim, mientras Tibi calificó de pirómanos a los marchistas. Cada año los palestinos que viven en la zona deben encerrarse en sus casas y paralizar la vida comercial y económica por los ataques físicos y verbales de los participantes, según numerosas denuncias.
El ejército israelí ocupó la zona oriental de la metrópoli en 1967, y desde entonces mantiene bajo su control el territorio pese a las resoluciones del Consejo de Seguridad.
De hecho, en 1980 las autoridades del país declararon a toda la urbe como la capital eterna e indivisible, una postura rechazada por la comunidad internacional.
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