El primer ministro de la nación insular del Pacífico, Bob Loughman, explicó que el aumento del nivel del mar y el clima severo afectan de manera desproporcionada a la región, a lo cual sumó la presencia de dos devastadores ciclones tropicales y una fuerte sequía en la última década.
La Tierra ya es demasiado caliente e insegura y estamos en peligro ahora, no solo en el futuro, declaró Loughman.
El parlamento apoyó la moción por unanimidad, que sigue a declaraciones similares de docenas de países, incluidos Reino Unido, Canadá y su vecino del Pacífico Sur, Fiji.
Según Longman, la responsabilidad de Vanuatu es presionar a las naciones responsables para tomar acción de acuerdo al tamaño y la urgencia de la crisis.
La declaración fue parte de un impulso de la diplomacia climática, antes de una votación de las Naciones Unidas sobre la solicitud de Port Vila para que la Corte Internacional de Justicia actúe en favor de proteger a las naciones vulnerables del cambio climático.
Por otro lado, esta semana, la nueva ministra de Relaciones Exteriores de Australia, Penny Wong, aprovechó un viaje a Fiji para prometer a las naciones del Pacífico un reinicio de la política climática.
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