Fuera de África central y occidental, donde es endémico, la presencia del padecimiento constituye un brote inusual, divulgó recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Tras los hallazgos iniciales en suelo británico, otros le siguieron en al menos 12 territorios europeos y también en Norteamérica, Australia, Medio Oriente y en las últimas horas se conocieron de nuevos diagnosticados en América Latina, con pacientes en Argentina y México.
Según divulgaron especialistas de la OMS, el estudio y aislamiento de los casos, así como el rastreo de sus contactos, son por ahora las principales herramientas para controlar la propagación del virus.
La experta del departamento de viruela de la entidad sanitaria Rosamund Lewis consideró innecesario vacunar masivamente a poblaciones contra la dolencia, confirmada ya en más de 250 personas no residentes en África.
Probablemente cada nación necesitará un pequeño contingente de vacunas, aseveró el director de Emergencias Sanitarias, Mike Ryan, y agregó que lo aconsejable para este tipo de virus consiste en proteger al personal de laboratorio y a los trabajadores sanitarios y de primeros auxilios.
Después de las primeras notificaciones del brote, la OMS divulgó que no existen tratamientos ni vacunas específicas contra la infección.
Informó, no obstante, cómo la inmunización antivariólica previa, que en el pasado demostró una eficacia del 85 por ciento para prevenir la viruela símica, ayudaría a una evolución más leve de la dolencia.
Al respecto, Lewis apuntó que una vacuna más moderna contra el padecimiento, todavía no sometida a estudios de calificación de la OMS, fue aprobada por las autoridades sanitarias de Estados Unidos y Canadá.
La transmisión de la viruela del mono puede ocurrir de una a otra persona mediante contacto estrecho con las lesiones, los líquidos corporales y las gotas respiratorias que se expelen al aire, alertó además la entidad sanitaria.
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