Torres participó la víspera en el panel organizado por la Unesco y la asociación Cuba Coopération France (CubaCoop), dentro de las actividades programadas para rendir homenaje a Eusebio Leal, y en el que también intervinieron el historiador francés Paul Estrade, el exembajador de Francia en Cuba Jean Mendelson y Mauro Rossi del Centro del Patrimonio Mundial, entre otros.
Para el presidente de la institución cubana “el legado de Eusebio Leal es, hoy por hoy, inagotable, y durante el homenaje brindado por la Unesco hemos percibido esa magnitud”, y consideró que junto a la recuperación de La Habana Vieja “su obra también llegó a muy diversas manifestaciones, desde la música a las artes plásticas, y no solo en La Habana sino en otras ciudades patrimonio de Cuba”.
En esa línea destacó que “en sus pocos años de vida, Leal llevó a cabo su obra con lentitud: el rescate histórico de La Habana, la obra escrita, el trabajo de proteger la música y las artes, ayudar a crecer a las universidades y el intercambio académico con diversos países”, y atendiendo a ello consideró que “no parece posible que en una vida se puedan hacer tantas cosas”.
“Eusebio (Leal) es, no fue”, aclaró, “su legado está presente en los corazones, y todos los que trabajaron con él en La Habana Vieja ya están pensando que su tiempo no va a ser suficiente y que sean sus hijos quienes continúen lo que Leal concibió”, dijo.
Este proyecto sería, en palabras de Torres, “una reconstrucción permanente, la idea de cómo hacer una ciudad para vivir y vivir ese legado maravilloso que tiene esa ciudad, un legado cultural, histórico y, sobre todo colectivo”, aseguró.
Sobre la dimensión humana de Leal, el académico consideró que “su secreto no solo era que creía en lo que estaba haciendo sino que era creíble para la gente y esa pienso que es la clave, porque era un hombre que todas sus convicciones estaban a flor de piel y salían del corazón”.
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