Dutton, quien fue ministro de Defensa durante el gobierno de Scott Morrison, dijo que la inquietud entre la clase política australiana se basa en el poderío militar, el rápido crecimiento económico y progresivo avance de China.
Ese es el «problema más grande que nuestro país enfrentará en su vida», señaló el ahora dirigente del opositor Partido Liberal, según medios de prensa.
Aun cuando China es un socio comercial y de inversión clave para Australia, Camberra ha buscado alianza con Estados Unidos para contrarrestar el desarrollo de Beijing, explicaron analistas.
Con anterioridad, el recién elegido primer ministro de Australia, Anthony Albanese, prometió asumir un papel más proactivo en la región y anunció un plan integral para las naciones insulares del Pacífico que incluye una escuela de capacitación en defensa y apoyo a la seguridad marítima, entre otros asuntos.
Expertos ven el proyecto australiano como una respuesta desesperada al acuerdo firmado en abril entre China e Isla Salomón, sobre el cual Beijing aseguró que cumple con los intereses de esa nación del Pacífico.
El documento forma parte de los intercambios normales de cooperación, no apunta a terceros países ni busca reemplazar pactos similares entre el Estado insular con otros gobiernos del mundo, ratificaron las autoridades chinas.
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