El planteamiento de la también vicepresidenta del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) surge a raíz de la calificación de “demoníaca” a cualquier intento de alianza entre organizaciones de oposición para poner fin al bipartidismo.
Para la senadora socialdemócrata, este ánimo inquisidor del presidente de la Cámara de Representantes de Puerto Rico, Rafael Hernández, evidencia el temor a que termine el control del Partido Popular Democrático (PPD) y el Partido Nuevo Progresista (PNP).
Recordó que en el largo camino recorrido por el PPD y el PNP, su gran aportación al pueblo puertorriqueño ha sido la quiebra y la corrupción, que llevó a la imposición por Washington de una Junta de Supervisión Fiscal (JSF) y el apresamiento de varios alcaldes y legisladores en los últimos meses.
Santiago indicó que, alarmados ante la probabilidad de que llegue el fin del bipartidismo, el PPD y el PNP dicen al pueblo que ahora sí están a punto de dar con la fórmula de gobernar de forma limpia y eficiente.
“Solo necesitan, suplican, otra oportunidad, un cuatrienio más, un vigésimo turno al bate, porque desde mitad del siglo pasado hasta ahora, nos explican, no han tenido tiempo de ser tan buenos como quisieran”, ironizó en una columna en el diario boricua El Nuevo Día.
Apuntó que, entre la amargura y la desesperación, van por ahí avivando el culto al statu quo, tratando de convencer a gente que ya se hartó de escucharles de que transformar el país para bien es imposible, de que todos son iguales.
De este modo, apuntó la senadora Santiago, alegan que no nos queda otra opción que morir en la orilla de la corrupción y la incompetencia en la que han montado campamento permanente buena parte de los dirigentes del PPD y del PNP.
La preocupación en ambos partidos creció después que se planteó la posibilidad de una alianza electoral, pese a que lo prohibe la ley vigente, entre el PIP, el Movimiento Victoria Ciudadana y otras organizaciones políticas de cara a los comicios de 2024.
Santiago apuntó que, por razones complejas que vienen fraguándose hace rato, el momento de romper con lo podrido y obsoleto ha llegado.
“Por mucho tiempo, desde la oposición hemos señalado puntualmente el camino a seguir en los temas más diversos”, dijo.
En este sentido, enumeró el llamado a reformular la cultura de incentivos contributivos y la transición a energías renovables con una Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) despolitizada como protagonista.
Además, anotó, la adopción de un proyecto educativo puertorriqueño que prescinda del absurdo antipedagógico de la estandarización; la protección de costas y terrenos agrícolas, imprescindibles para la viabilidad económica puertorriqueña.
Santiago destacó, en ese sentido, la reconstrucción del sistema de salud pública, de tal manera que se proteja a la gente y no a las compañías aseguradoras, que amasan el dinero destinado a ese fin.
La dirigente del PIP aclaró que ninguna de esas propuestas requiere poderes sobrehumanos, ni está fuera de las posibilidades materiales de Puerto Rico, sí hace falta ingenio, conocimiento, voluntad y honestidad, elementos que abundan en el país, en diversos espacios de trabajo y de lucha.
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