La Oficina de Prensa del Gobierno Palestino alertó en un informe que el mes pasado se registró el mayor número de ataques contra los miembros de ese sector desde principios de año, a pesar de que todos usan chalecos identificativos durante sus labores. La mayoría de las violaciones se concentraron en las ciudades palestinas ocupadas de Jenin y Jerusalén Este, precisó.
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El reporte documentó el asesinato de la veterana periodista de la televisora Al-Jazeera mientras cubría una nueva operación castrense israelí en la primera de esas localidades.
También registró los ataques de las fuerzas israelíes y los colonos judíos contra más de 55 periodistas, que incluyeron disparos de munición de combate y de goma, uso del gas pimienta y golpes con porras.
Al menos 16 empleados del gremio fueron detenidos en mayo, deportados de Jerusalén Este o sufrieron la ampliación de los periodos de cautiverio, subrayó.
La oficina también documentó 11 casos de destrucción de cámaras y otros equipos, así como el robo de teléfonos móviles por parte de los uniformados en un intento de evitar las coberturas de sus crímenes.
Militares israelíes mataron ayer a la comunicadora Ghofran Warasnah, de 31 años, en la entrada del campamento de refugiados de Al-Aroub.
Según la agencia oficial de noticias Wafa, en 2021 los militares israelíes cometieron 384 violaciones contra empleados del sector.
“Atacar a periodistas (…) y destruir edificios que albergan sedes de los medios de comunicación locales e internacionales no es algo nuevo, sino más bien un comportamiento sistemático en la estrategia militar israelí y un comportamiento bárbaro”, subrayó Wafa en enero último.
El medio noticioso hizo alusión así al bombardeo en mayo del pasado año de la torre de 12 pisos de Al Jalaa, en la franja de Gaza, donde tenían su sede varios medios internacionales como la agencia estadounidense AP y Al Jazeera.
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