Como resultado de la propuesta presentada por la coalición de Gobierno entre socialdemócratas, verdes y liberales, los ingresos mínimos pasarán de los 9,8 euros actuales a los 12 euros por hora trabajada.
Según estimaciones del Ministerio de Trabajo, el aumento beneficiará a unos 6,2 millones de trabajadores.
En camino a su aprobación, el proyecto de ley recibió los apoyos del tripartido del canciller Olaf Scholz, así como de la opositora La Izquierda.
En paralelo, el bloque conservador, integrado por la Unión Cristianodemócrata (CDU), la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) y la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) se abstuvieron.
“Es una cuestión de respeto hacia los trabajadores”, dijo el ministro de Asuntos Sociales y Trabajo, Huberteus Heil, aunque la oposición expresó sus temores por los riesgos de cara a la creación de nuevos empleos.
El incremento, que se hará efectivo en dos fases pues el primero de julio pasará a los 10,45 euros, fue uno de los ejes de campaña triunfadora del Partido Socialdemócrata (SPD) en las elecciones generales de 2021 y continúa con los sucesivos aumentos graduales aprobados en 2015, bajo el Gobierno de Angela Merkel.
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