Grupos de damnificados han quemado en varios lugares casillas de votación y boletas por desacuerdo en realizar los comicios cuando no se ha resuelto los graves problemas que enfrenta el estado por los numerosos daños provocados por las fuertes lluvias, inundaciones y desborde de ríos, que dejó 11 muertos.
No obstante, las autoridades electorales del estado no las suspendieron y llamaron a votar este día en libertad y pensando en el progreso de de la entidad, así como rechazar cualquier intento de coacción o presión.
Por los daños mencionados, se instalaron cinco mil 548 casillas de las cinco mil 629 previstas, 33 de ellas por conflictos sociales y políticos con quemas de estas y de boletas.
Después de una ronda de negociaciones la comunidad de la agencia de Santo Tomás Lachitaá, perteneciente a la cabecera municipal de San Melchor Betaza, aceptó un centro de votación.
Da la extraña casualidad que Betaza es el municipio originario del candidato del oficialista Morena, Salomón Jara, a quien las encuestan perfilan como ganador.
Los habitantes de Lachitaá acusan a la presidencia municipal de no entregar las participaciones que le corresponden. Otras 48 casillas no instaladas se debieron al desastre del huracán.
A su vez, el delegado del Instituto Nacional Electoral, Édgar Humberto Arias, ponderó que se realizará un proceso cuidado por las fuerzas de seguridad, con la coordinación de Gobierno, y que las incidencias serán recibidas en una mesa especial de seguimiento.
Desde ayer la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca desplegó en el estado casi dos mil policías para garantizar el orden, la paz social y salvaguardar la integridad física de las familias oaxaqueñas durante el desarrollo de la votación.
En las otras cinco entidades con elecciones, Aguascalientes, Tamaulipas, Hidalgo, Durango y Quintana Roo, no se han reportado incidentes, y se espera que la jornada transcurra con tranquilidad a pesar de la importancia de estos comicios y lo que les va en juego a los partidos conservadores.
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