Tan Kefei, portavoz del ministerio de Defensa, deploró que una aeronave P-8A de aquel país se aproximó sin permiso a las islas Xisha para un ejercicio de reconocimiento el pasado 26 de mayo, pese a numerosas advertencias del lado chino.
Consideró la incursión una seria amenaza a la soberanía y seguridad nacional de China, tras precisar que las contramedidas ejecutadas por los comandos aéreos y marítimos del Ejército Popular de Liberación (PLA) fueron “profesionales, seguras, razonables y legítimas”.
“Es la parte australiana la que confunde el blanco con el negro, repetidamente divulga información falsa e instiga la hostilidad y la confrontación”, acotó.
Tan expresó la oposición de China a esas acciones y llamó al estado oceánico a no repetirlas o de lo contrario deberá afrontar las consecuencias.
Aparte del Ministerio de Defensa, la Cancillería del gigante asiático también se pronunció en contra de las maniobras luego que Australia se quejó y calificó a la reacción del PLA como “un acto de agresión”.
Igualmente ambas entidades rechazaron las acusaciones de Canadá de que los aviones militares de China no cumplen con las normas internacionales de seguridad y en varias ocasiones pusieron en riesgo a sus naves.
De acuerdo con Ottawa, recientemente los pilotos chinos intentaron desviar a una de sus patrullas aéreas de la ruta y la tripulación tuvo que cambiar rápido la dirección para evitar un potencial choque.
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