Durante una misa en Bkerke, el cardenal llamó a la autoridad libanesa a reanudar las negociaciones sobre la demarcación de las fronteras marítimas y la fijación de los límites terrestres sin concesiones ni subastas.
Según la Agencia Nacional de Noticias, Al-Rahi insistió en la necesidad de preservar los derechos de Líbano sobre las potencialidades de sus recursos naturales para salvar a la nación del colapso económico y financiero actual.
Convocó a evitar los pretextos que obstaculizan las negociaciones y retienen a los libaneses de estos beneficios, mientras los países vecinos del Mediterráneo ya comenzaron a extraer y exportar su gas y petróleo.
Al Rahi aprovechó la ocasión para exigir la formación del nuevo gobierno y asumir la responsabilidad ante las problemáticas que afectan a la población.
Pidió una posición de neutralidad ante los conflictos de la región y trabajar por la soberanía, la independencia, la estabilidad y la unidad del Líbano.
La llegada el domingo pasado de un barco de la unidad de producción de gas natural licuado Energean Power al campo de Karish elevó la tensión entre Líbano e Israel, por tratarse de una zona en disputa.
En reuniones, los máximos gobernantes libaneses acordaron invitar a Beirut al mediador estadounidense Amos Hochstein para completar las negociaciones de la demarcación de las zonas marítimas a fin de evitar cualquier escalada que altere la estabilidad en la región.
Al mismo tiempo decidieron realizar una serie de contactos diplomáticos con las Naciones Unidas para explicar la posición de Líbano, confirmar la adhesión a sus derechos y riquezas hídricas y considerar que cualquier exploración, prospección o extracción realizadas por Israel en las zonas en disputa constituye una provocación.
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