La rigurosa prueba se aplicará oficialmente entre este martes y miércoles, convocó a una cifra récord de estudiantes, o sea, 1,15 millones más que en 2021.
Cada aspirante universitario deberá demostrar su conocimientos en lengua y literatura china e inglesa, además de matemáticas.
Por tercer año consecutivo el proceso transcurre bajo la sombra de la Covid-19 y ello implicó ampliar el número de aulas, distribuir menos estudiantes en cada una y dotarlas de materiales sanitarios.
Tanto alumnos, como profesores y demás personal deben mostrar certificados de salud con resultado negativo de Covid-19, pero también se les toma la temperatura corporal previo al inicio de la prueba.
Aparte de dichas precauciones, en todo el país hay disposiciones vigentes para controlar los ruidos, asegurar la transportación, atender emergencias sanitarias, las olas de calor u otro tipo de inconvenientes.
El gaokao puede durar hasta nueve horas y, según estadísticas, solo tres de cada cinco alumnos lo aprueban.
Por lo general, los días previos, durante y después del proceso lo convierten en la noticia más importante en todos los medios de comunicación en China, pero a la vez genera estrés entre los jóvenes por su exigencia e intensidad. Sin embargo, el Ministerio de Educación puso en vigor medidas como la prohibición a dar publicidad a quienes logren las mejores notas y sanciones severas para las empresas que infrinjan esa disposición.
Además mantendrá el trato diferenciado a los jóvenes procedentes de zonas rurales y pobres, a fin de que tengan más oportunidades de acceder a estudios superiores.
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