Lo ideal sería que desistieran de seguir presionando con esos paros dañinos que desalentarían el uso del servicio ferroviario en momentos en que ese sector sigue afrontando dificultades como resultado de la pandemia, declaró a la prensa un vocero del primer ministro Boris Johnson.
El RMT anunció dos semanas atrás que paralizará el servicio nacional de trenes a partir del 21 de junio, a menos que la patronal acceda a su demanda de equiparar los salarios al costo de la vida, y garantice la seguridad laboral y el fin de los despidos forzoso.
No queremos ir a la huelga, pero estamos obligados a defender el derecho de nuestros afiliados a tener una vida decente, dijo entonces el secretario general del gremio, Mick Lynch.
Según trascendió, unos 50 mil empleados ferroviarios se ausentarían de sus puestos de trabajo el 21, 23 y 25 de junio, y los trabajadores del metro, que ya hicieron un paro este lunes, se sumarían a la protesta el primero de esos tres días.
El portavoz de Johnson afirmó, no obstante, que el gobierno está diseñando planes de contingencia junto a las compañías de transporte de carga y sus clientes para reducir las afectaciones a la cadena de suministros.
Estamos analizando la forma de priorizar recursos hacia rutas claves, desplegar otros modos de transporte para cubrir los baches y poner horarios específicos a los trenes de carga, detalló.
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