Según el sistema Deter (búsqueda y control por satélite), del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales, tal número es el segundo más grande para el mes en seis años, sin embargo, representa una disminución de 35,2 por ciento frente al mismo periodo del pasado calendario.
El Deter produce señales diarias de alteración en la cobertura forestal para áreas mayores que tres hectáreas (0,03 km²), tanto para las totalmente deforestadas como aquellas en proceso de degradación (explotación de madera, minería, quemadas y otras).
El sistema no es el dato oficial de la deforestación, pero alerta sobre dónde está el problema.
De acuerdo con la fuente, la Amazonía brasileña perdió dos mil 867 kilómetros entre enero y mayo, un 13 por ciento más que en los cinco primeros meses de 2021.
La merma constituye un récord histórico para el período, pues es la mayor área devastada desde 2016, cuando comenzó a realizarse la medición.
Pese al resultado del mes evaluado, la mayor selva tropical del mundo no tiene razones para celebrar, pues «la curva de deforestación sigue apuntando hacia arriba, sin perspectivas de reducción», afirmó en un comunicado André Freitas, coordinador de la campaña Amazonia de Greenpeace Brasil.
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