Junto a la fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) y el Ministerio de Salud de Brasil, la entidad busca fortalecer las capacidades de los laboratorios de la nación anfitriona, Bolivia, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela para identificar casos de la enfermedad.
Los participantes -divulgó la OPS- reciben en Río de Janeiro formación práctica en detección molecular (PCR en tiempo real) del virus, así como revisan la detección y el diagnóstico en el contexto de la preparación y la respuesta a posibles brotes.
Una de las principales recomendaciones a todos los miembros radica en la toma de muestras y la aplicación de protocolos de identificación molecular en los laboratorios territoriales de referencia.
Con el fin de facilitar la realización de las pruebas PCR, el brasileño Instituto de Biología Molecular de Paraná, donó reactivos que, sumados a otros adquiridos por la oficina sanitaria regional, serán entregados a alrededor de 20 Estados de América Latina y el Caribe.
Entre el 13 de mayo y el 8 de junio de este año, la Organización Mundial de la Salud notificó más de mil casos de viruela símica fuera de África, en 29 países en los que esta enfermedad no se mantiene de forma estacionaria.
Los tres países con más casos registrados son Reino Unido, España y Portugal, pero también se incluyen en el listado total por América Canadá, Estados Unidos, México y Argentina.
La viruela del mono resulta una enfermedad zoonótica, transmisible entre animales y seres humanos, con síntomas como fiebre, dolor de cabeza y muscular, inflamación en los ganglios linfáticos, escalofríos, agotamiento, erupciones en manos y cara, similares a los producidos por la viruela tradicional, aunque menos graves.
Para el contagio debe ocurrir un contacto estrecho con material infeccioso al tocar las lesiones cutáneas, parecidas a las de la varicela, que aparecen en las personas infectadas, e igual por las gotitas respiratorias en el contacto cara a cara prologado o a través de objetos contaminados. Actualmente no hay una vacuna específica contra la enfermedad, aunque los datos muestran que los inmunógenos usados para erradicar la viruela devienen hasta un 85 por ciento eficaces contra el virus.
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