El terrorismo de los colonos no se detiene, escribió la diputada en su cuenta en la red social Twitter.
Touma-Sliman destacó que varios activistas contra la ocupación fueron atacados con piedras cerca del asentamiento colonial de Mitzpe Yair, ubicado en la gobernación de Hebrón, en el sur de Cisjordania.
La política denunció que esas prácticas son patrocinadas por las Fuerzas Armadas de Tel Aviv.
En un informe presentado en enero último, el Centro de Información Israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados (B’Tselem) afirmó que la violencia de los colonos contra los palestinos es otro método más que utiliza la vecina nación para controlar la tierra en Cisjordania.
Ellos ejecutan una variedad de actos que incluyen agresiones físicas, lanzamiento de piedras, amenazas y hostigamiento, daños a árboles y cultivos, vandalismo de automóviles, bloqueo de carreteras e incluso disparos de munición real, criticó B’Tselem.
Las autoridades israelíes, incluidas las fuerzas de seguridad y el sistema de aplicación de la ley, son plenamente conscientes de esta realidad, pero permiten y respaldan esa violencia y luego disfrutan del resultado, subrayó.
Según cifras oficiales, unos 490 mil colonos israelíes viven a lo largo y ancho de Cisjordania y otros 290 mil en Jerusalén Este, zona ocupada desde la guerra de 1967.
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