En un comunicado difundido en esta capital los firmantes reconocieron la labor del Tribunal Supremo Electoral (TSE) con apoyo de la cancillería en el impuso de jornadas masivas de empadronamiento de connacionales en Estados Unidos, aunque reconocieron debilidades en este proceso que podrían dar al traste con la meta trazada.
Según Guatemaltecos en el Extranjero aproximadamente cuatro millones de personas viven fuera de esta nación centroamericana, lo cual supone un gran reto para la magistratura del TSE.
El padrón electoral en el país norteño solo contabiliza mil 500 registros desde la cita en las urnas en 2019 de siete mil 118 posibles, alrededor de un 0,18 por ciento en base al total de residentes allí, detalló la fuente, un conglomerado de organizaciones comunitarias en Estados Unidos.
Los sufragios de hace tres años fueron los primeros en que guatemaltecos en el extranjero pudieron emitir su voto; no obstante, solo hubo 734 papeletas en primera vuelta para la elección de binomio presidencial y 521 en la segunda de 63 mil 695 empadronados.
Ahora, ante los bajos resultados de las jornadas de inscripción presenciales en varias ciudades estadounidenses, recién se informó que la actualización de datos durará hasta el 25 de marzo de 2023, tres meses antes de los comicios dispuestos para junio.
Otro reclamo del grupo se refiere a la deficiente promoción en Estados Unidos de la importancia del Documento Personal de Identificación (DPI), vital para empadronarse, así como grandes demoras en los consulados para su trámite.
«No vemos una solución concreta a la grave crisis de citas y tiempos de espera para la obtención de documentos, principalmente el DPI», alertaron.
A su juicio, la gran mayoría de los guatemaltecos trabajadores no tienen tiempo ni recursos para acudir a una jornada presencial del TSE, sobre todo cuando no está satisfecha su necesidad de documentación en los Consulados, indicaron.
En ese sentido, solicitaron campañas de divulgación eficientes para establecer el empadronamiento automático, una opción solo autorizada para los que viven en su país de origen, recordaron en el documento «Nosotros también somos Guatemala».
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