Aunque todavía no existe un proyecto de ley, el colectivo, encabezado por los legisladores Chris Murphy (demócrata de Connecticut) y John Cornyn (republicano de Texas) llegaron a un pacto inicial.
La iniciativa, en medio del reavivado debate nacional sobre el control de armas de fuego, incluye incentivos para que los estados implementen leyes de bandera roja que nieguen armas a personas consideradas un riesgo para ellos y otros.
También se reforzarían las verificaciones de antecedentes para compradores que tengan entre 18 y 21 años; así como financiamiento para la salud mental y la seguridad escolar.
«Hoy, estamos anunciando una propuesta bipartidista de sentido común para proteger a los niños de Estados Unidos, mantener nuestras escuelas seguras y reducir la amenaza de la violencia en todo nuestro país», señaló el grupo en un comunicado.
«Las familias están asustadas, y es nuestro deber unirnos y conseguir algo que ayude a restaurar su sensación de seguridad en sus comunidades», agregó el texto.
Entre los senadores demócratas están Kyrsten Sinema (Arizona) y Joe Manchin (Virginia Occidental), así como los republicanos Richard Burr (Carolina del Norte) y Susan Collins (Maine).
La Cámara de Representantes aprobó el pasado miércoles una amplia iniciativa de control de armas que ahora se enfrentará al escrutinio en el Senado.
Entretanto, miles de personas marcharon la víspera en distintas ciudades del país para exigir un mayor control sobre las armas de fuego, después de las matanzas ocurridas el 14 de mayo en un supermercado de Buffalo, Nueva York; y 10 días después en una escuela de Uvalde, Texas.
Organizadas por una agrupación juvenil «March for Our Lives» (Marcha por nuestras vidas), los participantes tomaron las calles de grandes y pequeñas urbes, desde Nueva York, Washington DC y Los Angeles hasta zonas rurales de los estados de Iowa y Wisconsin.
El presidente Joe Biden -quien ya expresó que la violencia armada es la epidemia que desangra al país- expresó en Twitter que una mayoría de los ciudadanos está a favor de medidas legislativas «de sentido común» sobre el tema.
Los intentos por concretar en el Congreso leyes de ese tipo chocaron hasta ahora con la oposición del fuerte lobby de la Asociación Nacional del Rifle, defensor del derecho constitucional a portar armas de fuego.
El fácil acceso a esos artefactos en Estados Unidos hace que circulen más de 390 millones en manos de civiles.
Las estadísticas demuestran que en este país existen más armas de fuego que personas.
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