“Tony Blair, criminal de guerra” y “Encarcelen a Tony Blair” gritaron los manifestantes congregados ante la residencia real donde este lunes tiene lugar la ceremonia de investidura, en alusión al apoyo material y política que brindó el exgobernante laborista a Estados Unidos durante las invasiones de Iraq y Afganistán.
La protesta fue convocada por la coalición Stop the War, la cual alegó que la única corte donde debe presentarse Blair es ante el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya.
De acuerdo con imágenes transmitidas por la organización pacifista en su cuenta de Twitter, simpatizantes de la campaña por la liberación del fundador de WikiLeaks Julian Assange también se unieron a la manifestación para exigir la liberación del periodista australiano, quien espera en una cárcel londinense por la decisión del gobierno británico sobre su extradición a Estados Unidos.
Blair fue nombrado Sir y miembro de la Orden de la Jarretera, la más antigua y de mayor rango en el Reino Unido en enero pasado, como parte de las condecoraciones que cada año otorga la reina Isabel II, en reconocimiento del desempeño de figuras de la política, la ciencia, la cultura y el deporte.
Una petición promovida por Stop the War en las redes sociales para retirar el título de caballería al exprimer ministro laborista acumuló más de un millón 500 mil firmas.
El fantasma de la guerra de Iraq persigue a Blair desde que en 2016 una investigación oficial encontró que el político creyó a rajatablas en las supuestas pruebas presentadas por Estados Unidos sobre las armas de destrucción masiva en poder del presidente Saddam Hussein, y aprobó el envío de tropas británicas a esa nación árabe sin valorar primero una posible solución pacífica al conflicto.
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