Los datos fueron actualizados tras la muerte violenta anoche de tres ciudadanos en incidentes separados en las ciudades de Kafr Qara, Nahf y Kiryat Ata, ubicadas en el norte de esta nación.
Según la policía, en la primera de esas localidades un hombre de 37 años fue baleado por unos desconocidos. En la segunda también fue ultimado a tiros un joven de 25 años.
Mientras, en Kiryat Ata un árabe de 42 años murió en el hospital tras recibir un balazo.
Ayer en la mañana otro hombre fue apuñalado hasta la muerte en la urbe costera de Ascalón y el jueves por la noche dos hermanos, identificados como Mohammed y Ali Fakhouri, fueron encontrados sin vida en un automóvil con varios impactos de bala.
En 2021 más de 120 árabes fueron asesinados en esta nación, un número récord en la historia reciente del país.
Las comunidades árabes experimentaron un aumento de la violencia en los últimos años, impulsada principalmente por el crimen organizado, en medio de críticas a la pasividad de la policía para enfrentar el problema.
Las altas tasas de desempleo, la pobreza y otros factores sociales son también causas del flagelo, de acuerdo con varios estudios.
Los descendientes de los palestinos que no fueron expulsados de sus tierras tras la creación del Estado judío, en 1948, denuncian desde entonces que son tratados como ciudadanos de segunda. En la actualidad ellos suman 1,9 millones de personas, casi un 21 por ciento del total de la población de este país.
Una encuesta realiza en marzo último reveló que el 94 por ciento de los árabes que viven en Israel sufrieron en alguna ocasión el racismo y la discriminación de la mayoría judía.
Según la investigación del Centro para la Religión, la Nación y el Estado, el 69 por ciento dijo ser objeto de racismo y discriminación en lugares públicos, mientras el 41 por ciento lo fue en instituciones académicas.
La ONG Sikkuy asegura que una de las principales razones de las diferencias entre los ciudadanos árabes y judíos es la asignación desigual de los recursos estatales.
Sikkuy resaltó en su reporte anual 2020 que un 14,5 por ciento de las familias judías vive por debajo del umbral de la pobreza, mientras que entre las árabes el flagelo alcanza al 45,3 por ciento.
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