Según un comunicado de la Agencia de Energía nacional, se esperan interrupciones en el suministro de gas natural en el sur y en el oeste del país, en un contexto marcado por el nivel más bajo de los tres de su plan de emergencia.
Por ahora la medida no implica un recorte en el suministro del recurso; más bien funciona como señal a los distintos actores y consumidores conectados a la red sueca de que puede empeorar el suministro.
Aunque valoraron la situación actual como sólida, la Dirección de Energía de Suecia insta a todas las empresas que usan gas natural a planear y actuar para reducir las consecuencias de hipotéticos problemas de suministro, ya que hay grandes riesgos de que así ocurra en el próximo invierno y en la primavera de 2023.
La alerta preventiva se encadena con una medida similar dispuesta este lunes en Dinamarca, en medio de la reducción de los envíos a Europa de gas ruso a través del gasoducto Nord Stream 1 y las preocupaciones por la consecuencias de la guerra y las sanciones impuestas desde Occidente al gigante euroasiático.
Suecia y Dinamarca tienen un mercado gasístico y una zona de equilibrio comunes, en la que la situación de suministro danesa tiene gran significado para la sueca. De ahí la necesidad de replicar la decisión, confirmó la agencia sueca.
La nación nórdica no produce gas natural propio y depende de las importaciones, aunque este supone una parte relativamente pequeña del suministro energético del país.
rgh/att