Por medio de un comunicado, Guterres dijo sentirse conmocionado e indignado por los informes de que al menos un centenar de personas fallecieron debido a agresiones supuestamente perpetradas por grupos extremistas en la región de Bandiagara, los días 18 y 19 de junio.
También manifestó consternación por los reportes de que decenas de civiles murieron en otros ataques de grupos extremistas en la región de Gao y en Ménaka, en este último lugar decenas de malienses fueron desplazados durante las últimas semanas.
Esto generó además la pérdida de medios de subsistencia para un importante número de civiles, lamentó el diplomático portugués.
Igualmente, envío su pésame a las familias de las víctimas, así como al pueblo de Mali.
El titular pidió a las autoridades locales que investiguen esos hechos rápidamente y lleven a los perpetradores ante la justicia.
Guterres hizo un llamado para que se redoblen esfuerzos con el fin de restaurar la paz y la estabilidad en Mali, y reiteró la disposición de apoyo de las Naciones Unidas y su misión en ese país.
Mali enfrenta una continua violencia instigada por grupos radicales islamistas, entre ellos el Estado Islámico, según denuncian medios de prensa.
Las autoridades militares de transición en ese territorio tomaron el poder en un golpe de Estado en mayo de 2021, el cual fue rechazado por buena parte de la comunidad internacional.
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