Según trascendió, solo uno de cada cinco trenes circulará este jueves, segundo día del paro intermitente iniciado el martes por 40 mil afiliados del Sindicato de Trabajadores Ferroviarios, Marítimos y del Transporte (RMT).
La única diferencia es que los trabajadores del metro de Londres que se sumaron a la protesta dos días atrás, se reincorporaron a sus puestos de trabajo desde la víspera, y el servicio opera con normalidad.
El secretario general del RMT, Mick Lynch, confirmó a la prensa que las negociaciones se reanudarán en las próximas horas, en un nuevo intento por llegar a un acuerdo que se antoja esquivo, dada la negativa de la patronal a concederles a sus empleados un incremento salarial del siete por ciento que los ayude a enfrentar una inflación cercana ya a los dos dígitos.
El líder gremial, que acusa al gobierno conservador de torpedear las pláticas, advirtió que la huelga podría repetirse este sábado, y luego reanudarse dentro de dos semanas, pues según las leyes, los sindicatos necesitan avisar a sus empleadores con 14 días de antelación que irán al paro.
Habría que adelantar mucho (en las conversaciones) para levantar esta protesta, y no creo que eso pueda lograse hoy, declaró Lynch, quien aseguró que el RMT mantiene una posición constructiva en las negociaciones con las compañías ferroviarias.
El gobierno encabezado por el primer ministro Boris Johnson alega que la disputa deben resolverla los empleadores y los empleados, pero al mismo tiempo se prepara para enmendar la legislación sobre el derecho a la huelga.
De acuerdo con el ministro de Empresas, Kwasi Kwarteng, el proyecto de ley que será presentado al Parlamento permitiría a las compañías contratar trabajadores temporales para ocupar los puestos de los empleados que se declaren en paro.
La propuesta es rechazada por el opositor Partido Laborista y los sindicatos, que la consideran un ataque al derecho a la huelga vigente desde los años 70 del siglo pasado.
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